jueves

Themroc, el cavernícola urbano. 1973.





Claude Faraldo dirigía en 1973 Themroc, que con la visceral interpretación de Michel Piccoli (recuerda los primeros pasos de La Fura dels Baus) nos muestra una surrealista lección de anarquía social.
Como en un cuento de Boris Vian, el ser animal, el troglodita Themroc, surge como respuesta al caduco esquema social, construyendo su mundo primario. Hace de su casa una cueva y sólo se preocupa de la supervivencia y del sexo. Las fuerzas del orden intervienen, gaseando, pegando y posteriormente siendo plato principal en una bacanal caníbal. No hay nada mejor que comerte a tu enemigo. Es esperanzador ver como se contagia el rugido salvaje de Themroc por los suburbios de la ciudad.
Auténtico cine anarquista que abrió nuevas fronteras y removió cómodos estómagos.

viernes

Frankenstein o el moderno Prometeo.



Citas del monstruo:
  • "Soy malo porque soy desdichado."
  • "¡Despiadado creador! Me has dado sentimientos y pasiones, pero me has abandonado al desprecio y al asco de la humanidad."
  • "En todo signo de alegría adivinaba una burla, un insulto hacia mis sentimientos, una nueva demostración de que no estaba destinado a la felicidad ni a los gozos de la vida."
  • "¡Maldito creador! ¿Por qué me hiciste vivir? ¿Por qué no perdí en aquel momento la llama de la existencia que tan imprudentemente encendiste?"
  • "Por primera vez en mi vida mi corazón desbordaba ansias de venganza y de odio, a los que ni siquiera pretendí expulsar y, por lo contrario, dejándome arrastrar por esa corriente, me di a pensar en ideas de muerte y destrucción. Cuando pensaba en mis amigos, en la suave voz de De Lacey, en los dulces ojos de Agatha y en la belleza exquisita de la árabe se desvanecían esos pensamientos y me ahogaban las lágrimas. Mas al recordar otra vez que había sido despreciado y abandonado por ellos, acometíame de nuevo la rabia, e incapaz de volcarla sobre seres humanos, hacía destinatarios de ella a las cosas inanimadas."
  • "Quieres matarme. ¿Cómo te atreves a jugar así con la vida y la muerte?"
  • "Aunque sea sólo un cúmulo de infelicidad, la vida me es querida y la defenderé."
  • "Si no he de inspirar amor, inspiraré temor."


Por Mary W. Shelley, en el año 1.831.