miércoles

Managua, Navidad 1974: terroristas, salteadores, ...héroes.

Ha caído en mis manos el relato cinematográfico "El secuestro", de Gabriel García Marquez
y he recordado la historia que en su momento me pareció increíble.

Managua, Nicaragua, 27 de Diciembre de 1974.

Un comando guerrillero del FSLN (comando «Juan José Quezada») al mando del comandante 0, Eduardo Contreras, toma al asalto la mansión de un poderoso banquero que celebraba una fiesta
con embajadores, ministros, altos funcionarios e incluso familia del dictador Somoza.
A cambio de los rehenes piden la liberación de ciertos presos políticos, cinco millones de dólares, incremento salarial mínimo para todos los trabajadores (incluso para las bases de la policía) , la lectura de un largo comunicado de denuncia político social, y un avión con salvoconducto para La Habana.
La negociación (más bien mero mensajero) recayó en el arzobispo de Managua Monseñor Obando, se liberaron mujeres, empleados y músicos.
Tras una larga espera, Somoza claudica, los guerrilleros marchan a Cuba con solo un millón de dólares (hoy día incluyen tres generales y un ministro de Defensa en Nicaragua),
se liberan los presos:

José Benito Escobar, Manuel Rivas Vallecillo, Jacinto Suárez Espinoza, Lenin Cerna, Daniel Ortega S., Carlos José Guadamuz, Julián Roque Cuadra, los tres hermanos Núñez, Adrián Molina y Carlos Arguello Pravia.

Se radía el comunicado Sandinista pero se radicaliza la represión con la Ley Marcial y el Estado de Sitio, Es el principio del fin de la era Somozista.
Pero esos guerrilleros, rebeldes, idealistas, pusieron en jaque a una cleptocracia y
¡triunfaron!



El Comando que asaltó la casa se denominaba “Juan José Quezada”,
y estaba integrado por el actual jefe del Ejército de Nicaragua, Omar Halleslevens, Leticia Herrera, Hilario Sánchez, Javier Carrión, Joaquín Cuadra, Alberto Ríos, Róger Deshon, Eduardo Contreras, Germán Pomares, Hugo Torres, Olga Avilés, Eleonora Rocha y Félix Pedro Picado.



Los "peces gordos" rescatados en portada de La Vanguardia.
PD. Resultaron muertos el banquero, un guerrillero y tres guardianes,
pero todo presagiaba una masacre inmensa.